¿POR QUÉ TIENEN MIEDO?
Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con Él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
Cuando el Maestro les dijo a Sus discípulos: “Pasemos al otro lado”, ellos no se imaginaron la tormenta inesperada que les iba acontecer. Al igual en la vida, todos en algunos momentos de la vida pasamos por dificultades inesperadas y no sabemos cómo proceder ante la situación. Esos fueron los momentos que pasaron los discípulos cuando se encontraban en la barca en medio de la tormenta. Como cristianos, es imprescindible entender que Jesucristo nos prometió que nunca nos dejaría y nunca nos abandonaría.
Los discípulos pasaron por un momento de angustia durante la tormenta, pero Jesús llegó a tiempo. Ahí donde te encuentras, tal vez te siente temeroso por diferentes situaciones y el miedo a llegado a tal grado que te sientes desesperado y no sabe qué hacer. No permitas que el miedo y la tormenta que se levanten, te atemoricen, clama a Jesús y confía en Él. No tengas temor, clama a Cristo y verás cómo Él calmará tus tormentas.
Descansa en Él y sigue creyéndole en espíritu y en verdad. Tal vez has llegado a pensar que Dios te abandonó y está lejos de ti. En medio del proceso, siente que tu fe desmaya a causa de los vientos y la tempestad. Aunque la fe se debilite, Jesús se levantará a defenderte y fortalecerte. Si Jesús no está en tu barca, invítalo entrar, Él te brindará paz en medio de la tempestad.
El que te llamó hacia el otro lado, está contigo calmando tu tormenta y navegando tu barca.
No temas, porque Yo Estoy contigo; no desmayes, porque Yo Soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de Mi Justicia. Dios nos bendecirá, y le temerán todos los confines de la tierra.
Lectura Bíblica: Marcos 4:35-41/ Salmos 67:7/ (Isaías 41:10 -RVR1960)
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