Recibo Sanidad en el Nombre de Jesús.

¡Hay poder en el Nombre de Jesús! Me declaro sano por el poder del Nombre de Jesús.

En Santiago 5:14-15, la Palabra de Dios nos dice: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia para que oren por él, ungiéndolo con aceite en el Nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados. Esta revelación de sanidad de parte de Dios nos brinda la confianza de creer por fe lo que la Palabra de Dios nos dice. Cuando oramos en el Nombre de Jesús y creyendo por fe, podemos ver la manifestación de Dios obrando en nuestras vidas.

La sanidad fue la parte más importante del Ministerio que Jesús les impartió a Sus discípulos y a todos los creyentes. Jesús salió a sanar a los enfermos, por lo tanto, les ordenó a Sus discípulos que hicieran lo mismo. El Poder Celestial de la sanidad se mueve por medio de la fe y de un corazón arrepentido. Cuando tocamos a Jesús pon fe; poder de sanidad se desprende de Él para sanarnos.

Unos de los nombres de Dios para el pueblo de Israel es Jehová- Rafa que significa Jehová mi Sanador, Dios declara esta bendición para nosotros también. El poder sanador, es una revelación de la promesa del Pacto que Dios provee para sanar a Sus hijos.

¿Cómo vamos a recibir milagros de Dios?
“Si se humillare Mi pueblo, sobre los cuales mi Nombre es invocado, y oraren, y buscaren Mi Rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14). La misericordia de Dios es incomparable; Él es un Padre amoroso que cuida de cada uno de nosotros. El Propósito de Dios es que seamos restaurados y sanados. Cada bendición que recibimos del Padre procede de la victoria en la Cruz y esto incluye salvación y sanidad. Declárele la promesa de 2 de Crónicas 7:14 pidiéndole a Dios que sane tu cuerpo y tu tierra en el Nombre de Jesús.

Oremos:

Amantísimo Padre Eterno,
Te doy gracias por tu amor y misericordia y por tus bendiciones que son nuevas cada mañana. En esta hora te doy gracias por mi salud, gracias por sanarme. Padre porque creí recibí. Creo en Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo, creo por fe y no por vista, creo que por Sus llagas somos curados. Padre declaro que tu Palabra es Medicina para mis huesos y vida para todo mí ser. Clamo vida para mi alma en el nombre de Jesús. Clamo las promesas de Salmos veintitrés que, aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque Tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Señor; declaro en el nombre de Jesús que tu poder de sanidad está sobre mí y sobre todo aquel que lo recibe por fe. Declaro que ninguna arma forjada contra mi prosperará en el Nombre de Jesús. Ato en el nombre de Jesús toda mentira de Satanás en mi vida y en las vidas de mis familias, creo que lo que está atado en la tierra, está atado en los cielos. Gracias Señor por sanar a tus hijos hoy, gracias porque tu Palabra no ha retornado vacía. Gracias Señor por sanarme, recibo tu sanidad, soy sano por fe. Señor creo que ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días. ¡Amén!

www.ministeriosdesanidad.org


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