Desde que empezó a tomar forma como nación podemos notar que la República Dominicana tiene raíces profundamente cristianas, eso lo señalan sus emblemas decretados: Dios, Patria y Libertad. La Palabra de Dios se encuentra en el centro del escudo y está enmarcada como Escudo de Arma para salvaguardar la Patria. La Biblia, se encuentra abierta en el Evangelio de Juan capitulo 8:32 diciendo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Este escudo se encuentra presente en todos los documentos gubernamentales, judiciales y Fuerzas Armadas del país. En otras palabras, la Palabra de Dios está plantada en cada institución de la República Dominicana. Encima de la Biblia, se encuentra la representación de la Cruz. El escudo está perfeccionado por una cinta azul en la cual se lee el lema: “Dios, Patria y Libertad”. No cabe dudas que la República Dominicana le pertenece a Dios y su fundación fue dedicada a nuestro Dios Todopoderoso: Jehová de los Ejércitos es Su Nombre.

La República dominicana no fue dedicada a Satanás, fue dedicada con principios cristianos que todavía prevalecen en sus gentes. Es tiempo de humillarnos y pedir perdón, orar y atar el ladrón que ha querido robar la paz de la nación. “Otra vez os digo, que, si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en Mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mateo 18:19-20 (RVR1960).

Es tiempo de interceder por nuestras familias, por el gobierno y sus líderes, por los líderes cristianos, por las mujeres y la violencia doméstica, y por la nación en general. La República Dominicana ha invocado el Nombre de Dios desde su fundación por tanto es tiempo de humillarse para que Dios se manifieste de manera poderosa y sobrenatural en la nación. Dice el Señor; el que Es y que Era y que ha de Venir, el Todopoderoso: “Si se humillare Mi pueblo, sobre el cual Mi Nombre es invocado, y oraren, y buscaren Mi Rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14 1960 (RVR1960). Todavía hay tiempo para volvernos a Dios, es tiempo de doblar nuestras rodillas y rendir nuestro corazón en humillación delante del Señor nuestro Dios para que nos perdones y sane nuestra tierra.

Señor, nos postramos delante de Ti para pedirte que perdone nuestros pecados porque hemos pecado contra Ti. Señor reconocemos que Tú eres Dios y no hay nadie como Tú. Padre Celestial, nos volvemos hacia Ti reconociendo que Tú eres el Único que puede traernos la paz y sanar nuestra tierra. Hoy nos doblegamos ante Ti Señor, porque doblando rodillas somos más grandes. Doblando rodillas somos más que vencedores. Doblando rodillas rompemos las cadenas de violencia en este país. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Doblando rodillas recibimos liberación en el nombre de Jesús.

Ahora pues, con la autoridad que Tú oh Dios nos ha dado cancelamos y reprendemos toda obra de satanás en el nombre de Jesús y la echamos fuera de la República Dominicana. Declaramos que el enemigo no prevalecerá contra los moradores de cada rincón Norte, Sur, Este, y Oeste del país. En el nombre de Jesús declaramos que el espíritu de violencia en contra de la mujer dominicana se cancela y aplicamos la Sangre de Cristo. Cancelamos todo espíritu de delincuencia, lo atamos y lo echamos fuera de la República Dominicana en el nombre de Jesús. Actualmente existen países que están esclavizados por el espíritu de violencia y sus habitantes no tienen paz, ese mismo espíritu, quiere hacer residencia en la República Dominicana. Declaramos que el enemigo no tiene suerte ni parte en cada hogar dominicano.

Cancelamos en el nombre de Jesús toda pobreza y carencia entre sus habientes. Mandamos hacia el abismo y sin retorno el flagelo de violencia en contra de la mujer dominicana y que sea exterminado y arrancado de raíz en el nombre de Jesús. Señor arropa con Tu Nube a tu pueblo y declaramos que el enemigo está debajo de nuestros pies en el nombre de Jesús. Señor te pido que los habitantes de la República Dominicana puedan salir a las calles sin temor de ser atracados, Señor pon orden y seguridad a tu pueblo. Padre te ruego que mi nación no esté coja, que este firme y que sea la nación que fue constituida bajo tus Estatutos. República Dominicana, en el nombre de Jesús clamo por fe que: “No se oirá hablar más de violencia en tu tierra, ni de desolación, ni de destrucción dentro de tus límites; sino que llamarás a tus murallas salvación y a tus puertas alabanza” (Isaías 60:18).

“Entonces verán las naciones tu justicia, y todos los reyes tu gloria, y te llamarán con un nombre nuevo, que la boca del SEÑOR determinará” (Isaías 62:2).

Declaramos en el nombre de Jesús que la República Dominicana se vuelve a ti. ¡Perdónanos Señor! Amén.

www.ministeriosdesanidad.org


Autora del libro “Venciendo los Miedos por fe: Corre para ganar”, está disponible en Amazon Kindle Edition | https://amzn.to/3Mz5Ztw

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