Si alguien lo trata mal no le pague con la misma moneda porque a paz nos trajo el Señor. La Palabra de Dios nos dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, Yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Romanos 12:18-21 (RVR1960).
Nuestra meta es rescatar las almas para Jesús, realizando el bien. Al repasar este versículo podemos ver que Dios tiene cuidado de todas las cosas hasta cuando el enemigo nos hace la guerra. Dios se encarga de que las malas personas reciban las consecuencias de sus malos actos, aun así, Dios se conduele de los malvados cuando se arrepiente. El odio se ha escalado en la humanidad y tenemos que ser sabios para no dejarnos arrastrar por el odio y la maldad. Tenemos que ser bien lentos para airarnos porque
“El SEÑOR es lento para la ira y abundante en misericordia, y perdona la iniquidad y la transgresión; mas de ninguna manera tendrá por inocente al culpable; sino que castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación” (Números 14:18).
Al que te hace la guerra, no le pague con la misma moneda porque Dios peleará por ti. Jehová de los Ejércitos pelea y defiende tus pleitos. No hay por qué pelear, Dios tiene el control.
‘No les teman, porque el SEÑOR su Dios es el que pelea por ustedes” (Deuteronomio 3:22). No temas, porque Yo estoy contigo; no te desalientes, porque Yo Soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de Mi Justicia” (Isaías 41:10). En ninguna circunstancia, no te dejes vencer por el mal, mas bien, vence al mal haciendo el bien. “porque escrito está: Mía es la venganza, Yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:18-21).
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