“Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios” (Santiago 2:23).
He aprendido que el Señor conecta y ordena las personas precisas y correctas para Sus hijos. También he aprendido que todo tiene su tiempo, que el Señor manda personas por temporadas y solo las conoce de paso y más nunca vuelve a saber de ellas.

En este caminar he visto que el Señor también sabe cerrar las puertas a las personas que no estarán de acuerdo contigo y por consiguientes te pueden ser de obstáculos en tu caminar. A todo esto, he aprendido a darle las gracias a Dios por todas ellas, porque “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

Es hermoso saber que todo obra para bien, algo maravilloso he aprendido que un verdadero amigo no tiene distancia y dondequiera que estés te localiza y se interesa por ti. Un verdadero amigo por más lejos que te encuentre siempre ora por ti y desea lo mejor para tu vida; nunca se olvida de ti. El verdadero amigo cubre todas tus faltas y no la divulga, (Proverbios 17:9).

Un buen amigo te desea lo mejor y se goza cuando te ve prosperar. Un buen amigo no toma ventaja de ti y no te usa para sus conveniencias personales. “En todo tiempo te ama y es como un hermano en tiempo de angustia” (Proverbios 17:17). Un buen amigo te brinda palabras de aliento cuando te sientes decaer, nunca te aplasta; ni tampoco te da la puñalada por la espalda. Un verdadero amigo ama en todo tiempo y nunca cambia por más fuertes que sean los vientos. El verdadero amigo es constante en sus promesas y no es voluble.

La palabra voluble se define como una persona de carácter inconstante que cambia con facilidad. En otras palabras, es una persona que te saluda con mucha gracia hoy; y mañana a pena se acuerda de ti. Una persona voluble hoy dice una cosa y mañana dice otra. Una persona así no es digna de confianza, es inconstante. Vamos a ver esa inconstancia e inestabilidad en todo lado, no te sorprenda que lo vea también entre los hijos de Dios.

La inestabilidad no produce confidencialidad, o sea ¿cómo vamos a confiarle nuestras cosas a una persona variable que tanto puede decir hoy una cosa y mañana otra? El antónimo de una persona inconstante es constante, firme, y seria. Un amigo o amiga constante, tiene constancia o voluntad firme para ayudarte y animarte. Un buen amigo debe tomar en serio la amistad y que en todo tiempo ame y valorice al amigo. (Proverbios 17:17). El amor a la amistad es mandato de Dios. Jesús dijo: “Ámense unos a otros” (Juan 13:34).

Hoy el Señor está buscando amigos dignos de confianza, confiables y firmes como lo encontró en Su amigo Abrahám. Cuando leemos las Escrituras podemos notar que Abrahám se menciona como el amigo de Dios. (Santiago 2:23). La fe, la firmeza y obediencia de Abrahám produjo una bella relación de amistad con el Señor. De igual forma la tuvo el rey David con su amigo Jonatán. “E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo”. Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte” (1 Samuel 18:1-4).

Vemos que David y Jonatán tuvieron un pacto de amistad y dice que Jonatán compartió con David su manto que llevaba puesto, y otras ropas suyas y hasta su espada y su arco se lo dio. En esta historia de Propósitos Eternos, Dios nos insta a ser buenos amigos con las personas que Él nos pone en nuestras vidas. La amistad de Jonathan con David fue correspondida mutuamente, ellos hablaban el mismo lenguaje y compartieron su más precioso tesoro que es el de la amistad. Hoy el Señor Jesucristo anhela compartir con nosotros un tesoro de bendiciones para nuestras vidas, Él te ofrece Su amistad incondicional. ¿Estás dispuesto a aceptarla?

El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo. Proverbios 27:9

Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Eclesiastés 4:9-10

Gracias Señor por tu amor incondicional. Hoy puedo decir que no estoy sola, porque Tú oh Dios estás conmigo. Gracias porque Tú nunca me ha dejado. Gracias Señor porque Tú nunca cambia. Te amo mi Señor. Te pido Señor, que las personas que estén leyendo este mensaje puedan encontrar en ti el amigo que nunca tuvieron.  Te doy gracias por todos mis amigos que lloran cuando lloro, y que ríen cuando rio. Por mis amigos que han sabido darme palabras de ánimo cuando me he sentido cansada. Te doy las gracias por mis amigos que nunca han cambiado; y que siempre han estado conmigo en las buenas y en las malas. Gracias Señor porque Tú me has bendecido con amigos fieles. Clamo bendiciones sobre mis amigas que Dios me ha dado en este lugar, ellas han sido ordenadas por Dios. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3 Juan 1:2

Escrito Por BV. Flores

www.ministeriosdesanidad.org

Bendiciones

 


Autora del libro “Venciendo los Miedos por fe: Corre para ganar”, está disponible en Amazon Kindle Edition | https://amzn.to/3Mz5Ztw

Gracias por apoyarnos con el libro: Venciendo los Miedos por Fe: Corre para Ganar (Spanish Edition) Kindle Edition

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here