¿De Dónde Vendrá Mi Socorro?
Mi esperanza no viene del hombre. Mi esperanza no viene de un pastor. Mi esperanza no depende del dinero. Mi esperanza no viene de los recursos de los hombres o de nuestro propio intelecto; Mi esperanza viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra. En medio de la necesidad y desesperación ¿a quién vamos a recurrir? Jesucristo es nuestra única esperanza. El salmista David se encontró en diferentes situaciones difíciles de su vida. Lo que más me impresiona del rey David es que, teniéndolo todo, siempre se humilló ante Dios buscando Su ayuda diciendo:
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu Guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmos 121:1-8).
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