Echa sobre Jehová tu carga
La vida está llena de retos y desafíos. Y, a decir verdad, no importa lo grande o pequeños que sean los retos y desafíos, ocasionan molestias. Todo ser humano ha experimentado momentos dificultosos que nos ponen a prueba. Estas pruebas pueden tomar la forma de problemas con los hijos, en el matrimonio, problemas financieros, enfermedad, o cualquier otra situación que nos cause intranquilidad o desconsuelo.
La vida nos confronta con cargas que cuando pensamos lo pesada que están se nos hace imposible cargarlas, y lo único que dejan es cansarnos de tal manera hasta querer robarnos la paz. A menudo sentimos que el peso de nuestras cargas es demasiado pesada hasta debilitarnos mental y físicamente. La pregunta que nos hacemos a nosotros mismo es: ¿qué vamos hacemos con estas cargas? ¿Cómo podemos salir de ellas? ¿A quien vamos a entregarles nuestras cargas?
Muchas personas tratan de enfrentar sus cargas solos y eso no es la mejor alternativa, mientras otros buscan informaciones para poderla solucionar, pero la realidad es que esas soluciones son temporales y no se van completamente. En esta corta reflexión, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, nos ofrecen la verdadera solución a todos nuestros problemas: En todo momento de tu vida y en cada situación, “Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo” (Salmos 55:22).
Dios nos exhorta a confiar en Sus Promesas. Echar nuestras cargas a Él y Él nos sustentará, eso significa que Dios no nos dejará solos, Él nos respaldará. Recuerdas que Dios no nos da carga que no podamos llevar. Es como un elevador, cuando usted se sube en un elevador o ascensor, podrá notar un pequeño letrero que dice: capacidad 400 libras. Eso significa que el elevador fue diseñado solamente para cargar 400 libras, ahora, si ese elevador carga 600 libras, corre el peligro de derrumbarse. Nosotros estamos diseñados a la imagen de Dios y en Su imagen no hay calamidad que puedan derribarnos. Dios nunca nos ha dicho que no vamos a pasar por pruebas; más bien, Dios nos dice en Juan 16:33 lo siguiente: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo”.
Echar nuestras cargas no significa ignorarlas, sino que en cada una de ellas, tenemos que entregárselas a Dios y descansar en Él. No estamos diseñados para llevar las cargas solos. Vamos a tener cargas si, pero en cada paso, Dios estará con nosotros y lo que más le agrada a Dios es cuando se las depositamos a Él, creyendo que Él hará la obra en nuestras vidas. Cuando le entregamos nuestras cargas a Dios estamos confiando en Él y no en nuestras fuerzas. Ese acto humilde es lo que le agrada a Dios porque a un corazón contrito y humillado, el Señor no lo despreciará jamás.
No se cuál es tu carga, no sé qué es lo que te molesta, pero si sé que hay un Dios Creador de los cielos y de la tierra, Dios Omnisciente que conoce todo acerca de ti y promete ayudarte y liberarte de toda carga.
La otra semana estaba hablando con mi hermana gemela y ella me comentaba que tenía pruebas tras pruebas y que físicamente se estaba debilitando. La realidad es que, si nos enfocamos en las pruebas y querer solucionarlas por nosotros mismo, nunca vamos a solucionarlas y nos vamos a cansar. Cada prueba tiene un propósito, cuando leemos la Palabra de Dios vamos a encontrar hombres y mujeres que fueron refinados por medio de las pruebas. Ejemplo tenemos a José, que fue maltratado y vendido como esclavo a Egipto por sus propios hermanos, José entró a Egipto como esclavo, y salió como gobernador. Dios lo respaldó y le dio Su gracia y su favor, posicionándolo como el segundo hombre más poderoso de Egipto. El favor de Dios hacia José estaba con él y aun portando el favor de Dios, José pasó por prueba con la mujer de Potifar acusándolo erróneamente. Esto quiere decir, que vamos a tener prueba, pero sabemos que la fuerza de Dios será suficiente en nuestras debilidades.
Cuando depositamos nuestras cargas y nuestras preocupaciones en las Manos de Dios, suceden cosas maravillosas, somos moldeados por Dios y encontramos la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento y no añade tristeza alguna.
En este día te animo a depositar esa carga que no te deja avanzar. Suelta esa carga que te aflige y entrégasela a Dios, recuerda que todas las cosas obran para bien y de cada prueba algo bueno llegará. José no entendió su prueba hasta darse cuenta de que Dios lo iba a utilizar para bendecir a su pueblo de la hambruna. Esa carga que te abruma y no te deja dormir o comer; entrégasela a Dios en oración a los pies de Cristo y cree y confía que Dios hará la obra. Dios conoce muy bien por lo que estás pasando, Él quiere ayudarte y anhela caminar contigo en cada paso. entrégale todas tus cargas a Dios, confía plenamente que Él está en control de tu vida. No temas, descansa y espera en Jehová.
Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo” (Salmos 55:22). Eso significa que nuestras cargas serán efímeras, eso quiere decir que serán pasajeras, porque Dios no dejará para siempre caído al justo.
Oremos:
Señor Jesús,
En este día te entrego mis cargas y te las depósitos en tus manos, porque sé que Tú trabajará en cada una de ellas a mi favor. Padre de amor y misericordia, creo y confío en que Tú me alivianará mis cargas, me fortalecerás y no me dejarás caído en el suelo. Gracias por Tus bendiciones que son nuevas cada mañana. Gracias por Tu infinito amor hacia mí y mi familia. Amén.
Gracias por acompañarme en este día. Recuerda que solo Cristo puede llevar tus cargas. Él te ama, te escucha y desea que vivas una vida plena, libre de cargas y llena de Su paz.
Comparte este mensaje con alguien que necesite escuchar estas palabras de esperanza. Dios te bendiga.
Escrito por: Buenaventura Flores
