Encomienda a Jehová tus obras
“Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados” (Proverbios 16:3, RV60).
Para todas las cosas debemos encomendarnos a Dios poque Él tiene el poder y propósitos para realizar las cosas a Su tiempo perfecto. Debemos depositar nuestra confianza en el Señor y creer completamente en Su Palabra. La importancia de confiar en Dios en todos nuestros esfuerzos diario es la clave para ver Su obra en nosotros. Cuando encomendamos a Dios nuestros planes, quiere decir que le creemos a Él y confiamos que Él tiene el poder para accionar los planes que tenemos. De modo que, en lugar de depender únicamente de nuestros intelectos y habilidades, descansamos y buscamos la dirección Divina de Dios; porque es ahí, que nuestros pensamientos serán afirmados.
Al depositar nuestras obras y planes en las Manos poderosa de Dios, Él por Su misericordia nos concede las peticiones y nos enseña a la vez que Él es Todopoderoso. Este versículo bíblico nos instruye a depender de Dios y no en nosotros mismos, como también, nos enseña a acercarnos más a Él por medio de la oración.
En un mundo de persecución de todo tipo, confía en Dios y en Sus promesas, “joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” (Salmos 37:25). Dios es tu Proveedor. Él es tu Abogado que resuelve tus papales, tus problemas; y pone orden tu vida. El mismo Dios, es quien te rescata del lago cenagoso y levanta tu cabeza para que no caiga en vergüenza. Dios es el todo en todo. Él es tu Defensor, el que pelea por ti, no temas porque “caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará” (Salmos 91). El Todopoderoso anhela que lo busque porque te ama y quiere ayudarte; Él quiere salvarte y darte una vida abundante llena de paz y gozo. “Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3). Dios nos exhorta a buscarlo primero en todo; de modo que, “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:31-33, RV60).
Dios es nuestra fortaleza y nuestro pronto auxilio en la tribulación, de modo que no te preocupes, confía en Él y en lo que Él puede hacer a tu favor. Dios es el que te brinda la paz que el mundo no te puedes dar, Él es el que calma tus angustias y te suple de todas tus necesidades. Jesús de Nazaret, es quien te proporciona paz, seguridad; vida y salvación. Tu no estás solo, tu no está huérfano, tú tienes un Padre que pelea por ti y suple todas tus necesidades. Esfuérzate, confía, cree y verás los beneficios de Dios en tu vida. Recuerda que Dios tiene un Plan perfecto para tu vida y todo obra para bien para los hijos de Él.
Escrito por: Buenaventura Flores
originalmente para: www.ministeriosdesanidad.com
