De Cristo Es La Navidad

La comercialización y la mala interpretación que muchos le han dado a la Navidad distorsionan el verdadero significado de esta celebración. La Navidad va mucho más allá de luces, regalos y decoraciones; es la celebración del nacimiento de Jesús, el regalo divino otorgado a la humanidad.

¿Cómo algunas personas ven la Navidad?

  1. El afán por encontrar el “regalo perfecto”: Muchas personas se ven atrapadas en la presión de comprar y buscar el detalle ideal, entrando y saliendo de tiendas en una búsqueda interminable.
  2. La competencia de decoraciones: Las luces, los adornos y los ornamentos navideños adornan las casas, y se crean competencias para ver cuál es la más llamativa o espectacular. La Navidad se convierte en un despliegue de imágenes, pero a veces se pierde el propósito profundo que representa.
  3. Las compras en el supermercado: Se siente una carrera desenfrenada por aprovechar las ofertas y los especiales de la temporada, especialmente el “viernes negro,” lo que genera un ambiente de estrés y ansiedad.
  4. La vestimenta especial: Las personas también buscan ropa nueva para los días de Navidad y Año Nuevo, sumando otra actividad que a menudo desvía la atención del verdadero sentido de la celebración.
  5. El desgaste emocional: Al final, muchos terminan exhaustos y estresados por las múltiples tareas y compromisos. Con frecuencia, en medio de todo este ajetreo, se pierde el sentido de paz y gratitud que debería caracterizar la Navidad.

Sin embargo, la Navidad no es para correr ni afanarse en la búsqueda de lo superficial; la Navidad es mucho más que eso. Es una época para celebrar el Regalo Más Grande que la humanidad ha recibido: Jesucristo, quien vino a dar Su vida por nosotros, un regalo que fue pagado con el precio de Su sangre.

“Porque un niño nos es nacido, Hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará Su Nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” — Isaías 9:6
“Y aconteció que, estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su Hijo Primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” — Lucas 2:6-7

Hace más de 2000 años, Dios entregó el Regalo Más Grande por amor a nosotros: Su Hijo Jesucristo. Recibirlo en tu corazón abre la puerta a una relación profunda con Él, transformando todas las áreas de tu vida. Aceptar este Regalo significa bendición y acceso a puertas que solo Dios puede abrir, puertas de paz, sanidad, liberación y gozo.

La Navidad nos recuerda que no necesitamos gastar enormes cantidades de dinero para recibir el amor y la paz de Dios. El regalo que Él nos ofrece es gratuito, porque Jesucristo ya pagó el precio por nosotros en la cruz. Hoy, Dios quiere darte el mayor regalo, la salvación, que es el camino hacia una vida plena y eterna con Él.

Si aún no has recibido este Regalo, te invito a abrir tu corazón y recibir el amor de Dios con la siguiente oración:


Oración de Salvación

Señor Jesús, vengo a Ti tal como soy, con un corazón contrito. Me arrepiento de mis pecados y te pido que me limpies de toda maldad. Reconozco que eres el Hijo de Dios y que moriste por mí en la cruz. Gracias por el sacrificio que hiciste para salvarme. Hoy me entrego a Ti, pongo mi vida en Tus manos y te acepto como mi Señor y Salvador. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida. En el nombre de Jesús, amén.


Si hoy decidiste aceptar a Cristo como tu Salvador, bienvenido a la familia de Dios. Ahora comienza una nueva vida en Cristo. Para crecer en tu fe:

  • Comparte tu experiencia con otros creyentes y comparte la alegría de tu nueva fe.
  • Bautízate como un acto de obediencia, siguiendo el ejemplo de Jesús.
  • Dedica tiempo diario a la oración y lectura de la Biblia, pidiendo a Dios que aumente tu fe y te dé comprensión de Su Palabra.
  • Únete a una iglesia local donde puedas adorar a Dios y rodearte de otros creyentes que te apoyen en tu caminar espiritual.

Que en esta Navidad y siempre, tú y tu hogar puedan disfrutar de este extraordinario Regalo. Gracias, Señor, por darnos el mejor regalo; lo acepto y lo guardo en mi corazón. Amén.

Escrito por: Buenaventura Flores

www.ministeriosdesanidad.com


Autora del libro “Venciendo los Miedos por fe: Corre para ganar”, está disponible en Amazon Kindle Edition | https://amzn.to/3Mz5Ztw

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