Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él. Padre Eterno, Dios fuerte, llenos están los cielos y la tierra de Tu gloria. Heme aquí Señor. Espíritu Santo, dirigirme como Tú quiera, dame las palabras precisa para bendecir a Tu pueblo Señor. Toma control absoluto de mis manos para escribir y hablarle a Tus hijos para Tu gloria y honra. Amén.
En esta corta reflexión les hablaré del temor del Dios, mi pregunta es la siguiente: ¿Qué es el temor de Dios?
La Palabras de Dios nos dice en Hebreos 12:28-29 “Así que, recibiendo nosotros un Reino Inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”. Este pasaje bíblico va dirigido a los creyentes y como creyentes somos bendecidos por las ricas bendiciones que el Todopoderoso Jehová de Los Ejércitos nos provee cada mañana. Es necesario tomar en cuentas todas y cada una de las bendiciones de Dios sin olvidarnos nunca de ellas. El Padre Celestial te ha bendecido grandemente, no te acuerdes de los momentos y pruebas desagradables que tú ha pasado, hoy solo recuerdas de dónde te sacó el Señor no porque lo merezca, sino por la misericordia que Él tiene contigo. Cuando meditamos en esto, lo primero que nos viene a la mente es la Cruz, el Precio que Dios hizo por ti y por mí para el perdón de nuestros pecados como también la salvación.
Es necesario que cada creyente tenga temor de Dios porque es mandato de Dios. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de Él todos los habitantes del mundo (Salmo 33:8). Servid a Jehová con temor y alegraos con temblor (Salmo 2:11). “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Proverbios 1:7). (RVR1960) Enséñeme, oh Jehová Tu Camino, caminaré yo en Tu verdad; afirma mi corazón para que tema Tu Nombre (Salmo 86:11).
El temor de Dios nos hace más humilde y sensitivo a Su llamado. El temor de Dios nos brinda la confianza de que tenemos un Padre Fuerte que nos levanta día tras día por Su gracia. El temor de Jehová, es Eterno y permanece para siempre. El temor de Jehová nos hace parar firme en la Roca que es Cristo, esto quiere decir, que nuestro fundamento en Dios debe permanecer firme y con solidez. Por esa razón debemos confiar plenamente en nuestro Padre Celestial para permanecer con una consistencia de solidez, especialmente en el llamado que se nos ha puesto en nuestras manos para expandir Su Reino Inconmovible . La Palabra nos habla de la confianza en Dios para permanecer sólidos y firmes. Esa confianza el Padre Celestial nos la da cuando confiamos y estamos dispuestos a obedecer Su llamado. La Palabra de Dios nos confirma que “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre” (Salmos 125:1). (RVR1960)
Nuestro Padre Celestial requiere que como creyentes seamos temerosos de Él y andemos en Sus Caminos. “Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos Sus Caminos, que le ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que Yo te ordeno hoy para tu bien? (Deuteronomio 10:12). (RVR1960)
Gracias padre Eterno por tu Gran amor y por tu misericordia. Señor, ayúdanos a caminar y pararnos con transparencia y solidez en Tu Nombre. Que en cada lugar que Tú nos envíe, podamos dar testimonio de tu amor y de tu misericordia. Que lo que esté en nuestra manos poderlo hacerlo con buena voluntad, amor y diligencia y así expandir Tu Reino Inconmovible. Te amo mi Señor con todo mi corazón y con toda mi alma.
por Bv. Flores