En estos tiempos tan difíciles en que vivimos necesitamos una iglesia de fe y genuina. Una iglesia compasiva llena del poder del Espíritu Santo de Dios. Una iglesia comprometida y con un corazón trasparente. Una iglesia llena de compasión. Porque, ¿A quién vamos a engañar? “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:10). Dios conoce todo lo que se esconde porque “no hay cosa creada oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta”. Dios sabe muy bien el corazón de cada uno de nosotros. Dios está buscando una iglesia que no se olvide de donde Él nos sacó y quiénes somos en Cristo.

1. La iglesia del Señor debe ajustarse a la Agenda de Dios y no a la agenda de hombre. En la agenda de Dios existe el llamamiento de Salvación de manera extensa y no dejarlo a lo último de manera efímera. En la agenda de Dios el Espíritu Santo determina cuándo parar las alabanzas cuando el fuego de Dios está encendido. Lamentablemente algunos cortan esos momentos tan hermosos para continuar con su agenda.

2. En la iglesia de Dios existe un llamado de Salvación personar e individual en el púlpito donde todos los cristianos son testigos para regocijarse mutuamente. No es lo mismo llegar hacia el altar con un espíritu contrito y arrepentido que repetir una oración de salvación a coro.

3. En la iglesia del Señor nuestro Dios Jehová de Los Ejércitos es Su nombre, existen intercesores para el llamado de oración y sanidad. Este llamado invita a la congregación a pasar al frente del púlpito para orar unánime por cada necesidad. Muchos se han dado la tarea de mandar a las personas a un cuarto detrás de la iglesia con una persona para que le oren. Unánime significa un conjunto de personas con un mismo sentir.

4. La iglesia del Señor es Santa llena de la Luz de Cristo, donde todos los creyentes puedan verse unos a otros en un total regocijo. La iglesia de Dios no es un escenario oscuro parecido a las discotecas del mundo. “Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

5. La iglesia de Dios alaba a Dios en espíritu y en verdad y está parada en la Roca que es Cristo, armada con todas las armaduras de Dios en alabanzas, ayuno y oración.

6. La iglesia de Dios es una iglesia de fe. Aunque vengan adversidades, tormentas y aflicciones, confiamos en la convicción de lo que no se ve. Dios nunca desamparará a Sus hijos y esa es la promesa en la cual confiamos. La iglesia del Señor es una iglesia humilde y no vanagloriosa. Una iglesia de dominio propio que sabe muy bien controlar la lengua y así no hablar en contra de los demás.

7.  La iglesia del Señor se centra en predicar la Salvación, la sanidad, unidad entre hermanos, el perdón, restauración, liberación y el amor de Cristo. La iglesia del Señor no se centra en la prosperidad como muchos lo están predicando. No estoy en contra de las bendiciones que Dios les otorga a sus hijos, pero Dios está primero que todo. Dios es el enfoque y solamente Él, lo demás viene por añadidura. Enfoquémonos en el Señor y deleitémonos en Él cada día.

Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón”. “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2 RVR1960).

Si todavía no has confesado a Jesús como tu Salvador Espiritual, hoy es tu oportunidad. Te invito a que lo acepte hoy. Me gustaría ser testigo de tu conversión, pero esta es una manera también de conversión por medio de la fe. Cuando lo hagas, hazlo de corazón y que sea Dios tu Testigo Fiel. Repite conmigo esta oración que cambiará tu vida.

Señor Jesucristo, vengo a Ti así como soy, un pecador, me arrepiento, perdóname de todos mis pecados, límpiame de toda maldad, yo perdono a todos los que me han hecho daño, renuncio a Satanás, y a todas sus mentiras. Reconozco que eres el Hijo de Dios y me entrego a Ti por completo. Entra a mi corazón, te acepto como mi Señor y Salvador espiritual de mi alma. Hazme la persona que tú quieres que yo sea, sana mi cuerpo, alma y espíritu, cúbreme con Tu preciosa Sangre y escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Lléname con tu Espíritu Santo. Gracias Señor por salvarme, gracias por hacerme una criatura nueva en Ti, en el nombre de Jesucristo. Amén.

Si decidiste convertirte en un cristiano en el día de hoy, bienvenido a la familia de Dios. Ahora, como una forma de crecer más acerca de Dios, comparte tu experiencia con otras personas de tu nueva fe en Cristo. Bautízate como lo ordenó Cristo. Pasa tiempo con Dios cada día, simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer Su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y te de comprensión de Su Palabra; aplícala en tu diario vivir. Encuentra una iglesia local en la que puedas adorar a Dios.

Escrito por: Bv. Flores
www.ministeriosdesanidad.org


Autora del libro “Venciendo los Miedos por fe: Corre para ganar”, está disponible en Amazon Kindle Edition | https://amzn.to/3Mz5Ztw

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