Es de Dios
Por B. Flores
En nuestro caminar con el Señor nos vamos a encontrar con muchas batallas que en realidad son tan fuertes que no sabemos qué hacer y cómo orar para sobrepasarlas. Quizás estés pasando por un desierto seco donde no encuentra agua para saciar tu sed. Posiblemente estés enfrentando situación que pareciera que todo está en tu contra.
Tal vez sientes que estás sola, que todo se ha levantado contra ti para derrumbarte. Quiere pelear tu batalla, pero te sientes sin fuerzas para luchar. Es precisamente en esos momentos que Dios extiende Su Mano y te dice: “Mía es la batalla, Yo peleo por ti”
“No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de Mi justicia” Isaías 41: 10
El Señor te ama y cuida de ti, Él solamente quiere que dependa de Él y deposite tu confianza en Él de todo corazón. El problema es que en medio de los problemas y batallas, queremos pelear por nuestras propias fuerzas y cuando así pensamos y actuamos, nos salen mal todas las cosas.
Cuando peleamos solos encontramos la derrota, mas cuando dependemos de Dios y dejamos que Él pelee por nosotros encontramos la victoria.
Entrégale tus batallas al Señor, deja que sea Él que tome las riendas de tus circunstancias, recuerda que si procede así, verás a tus enemigos caer. La pelea no es tuya sino de Dios, no eres tú quien la peleará, sino Dios de los Ejércitos, el Fuerte de Israel; Jehová es Su Nombre. Jehová de los Ejércitos cuida y protege de ti, Él nunca te dejará ni te desamparará, Su Manto de protección está sobre ti, si decide confiar en Él.
Entrégale todas tus cargas y batallas y Él te hará descansar. Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3).
Levántate y declara en el Nombre de Jesús que Dios pelea por ti, créelo por fe y verás a tus enemigos caer bajo tus pies. Dale la gloria a Dios. Hoy el Señor te dice: Estad quieta (o), no hay por qué temer, Mío son tus pleitos, Yo peleo por ti. “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”, Éxodo 14:14
Señor Jesucristo en estos momentos me presento ante Ti para darte la gloria y la honra. Gracias Señor por amarme incondicionalmente, gracias por tu amor. Ayúdame a depender siempre de ti en los momentos buenos y en los momentos cuando el enemigo me tiende la guerra. Fortalece y aumenta mi fe para depender plenamente en Ti oh Dios de los Ejércitos. Hazme entender que no es mía la guerra, sino tuya. Perdóname cuando trato de pelear con mis propias fuerzas. Señor gracias porque sé que Tú estás de mi lado defendiéndome y amándome. Señor, hoy deposito mis problema en tu Mano, creyendo que lograré la victoria. Amén
“Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y orad por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que al proclamarlo hable con denuedo, como debo hablar” (Efesios 6:10-20).
Escrito: El 4 de Febrero del año 2013