A diario le pido a Dios que me de sabiduría para lidiar con mis hijos, con mi trabajo, con mis familiares y amigos, en mi matrimonio y en todas las cosas que Dios pone en mi camino para realizar. Podemos tener conocimiento y entendimiento de un oficio o algo, pero si no hay sabiduría de nada serviría. La sabiduría es un don de Dios, tenemos que pedírsela a Dios de acuerdo a los propósitos que Él tiene para nosotros.
El Señor tenía propósitos con Salomón el hijo del rey David. Dios sabía de antemano el deseo de Salomón pues Él conoce todo lo que pensamos. Dios le preguntó: «Pídeme lo que quieras, y Yo te lo daré.» Dios sabía lo que había en el corazón de salomón pero quería escucharle hablar. A continuación me dirijo a 2 Crónica donde explica la respuesta de Salomón a Dios.
“Y aquella misma noche, Dios se apareció a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras, y Yo te lo daré.» Salomón le respondió a Dios: «Tú trataste con gran bondad a mi padre David, y a mí me pusiste a reinar en su lugar. Ahora pues, Dios y Señor, cumple lo que dijiste a David mi padre, ya que me hiciste rey de un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra. Por tanto, dame sabiduría y conocimiento para dirigir a este pueblo; porque ¿quién va a gobernar a este pueblo Tuyo tan grande?» Dios respondió a Salomón: «Puesto que éste ha sido tu deseo, y no has pedido riquezas ni bienes ni honores, ni la muerte de tus enemigos, ni tampoco una larga vida, sino sabiduría y conocimiento para poder gobernar a mi pueblo, del que te hice rey, te concedo sabiduría y conocimiento, pero además te daré riquezas, bienes y honores, como no tuvieron los reyes que hubo antes de ti ni los tendrán los que habrá después de ti» (2 Crónicas 1:7-13).
Hablamos tanto de sabiduría y deseamos tenerla en nuestras vidas cada día para tomar las decisiones correctas. La pregunta es:
¿Qué es sabiduría?
En el diccionario de la Lengua Española, la sabiduría es el conocimiento profundo que se adquiere a través del estudio o de la experiencia. Prudencia, cuidado en el comportamiento y modo de conducirse en la vida. En la Biblia Dios establece dos clases de sabiduría donde se distinguen una con la otra.
1. sabiduría mundana: es aquella donde el conocimiento es basado humanamente. La sabiduría humana no es confiable, está fundamentada por conocimiento de hombre, por lo tanto, puede fallar.
2. La sabiduría divina de Dios: es confiable y su fin es la vida. La sabiduría divina es de Dios, ésta te hace prosperar y vivir confiadamente. La sabiduría divina de Dios es la que te hace vivir sin temor, te instruye y te dice lo que debes hacer. La sabiduría divina es la que te corona de favores de tal forma que todo lo que hace prospera.
¿Cómo puedo obtener la sabiduría divina de Dios?
Pidiéndosela a Dios de todo corazón. La sabiduría es un don que Dios concede a los que la buscan con diligencia como a un tesoro. “Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente” (Proverbios 2:4-7).
Cuando nos metemos a escudriñar la Palabra de Dios, a escucharla y aplicarla en nuestras vidas, adquirimos sabiduría. El anhelo de Dios es que todos podamos adquirir sabiduría para que nos vaya bien en todas las cosas. El Señor nos dice hoy: “Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas” (Proverbios 8.33-34).
Quizás me dirás: Es que no tengo sabiduría para nada, el Señor te dice hoy:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” (Santiago 1.5-6).
Escrito: El 9 de Febrero del año 2013