perdon1      B. Flores

      El resentimiento causado por una experiencia del pasado puede afectar tu relación presente con tus amistades, con tus familias y también con tu matrimonio. Una persona que en su pasado ha sido rechazada, traicionada, abandonada se le hace un poco difícil confiar en las personas. Por ejemplo, si en tu pasado fuiste traicionada por una amiga o un amigo, en el presente se hará difícil confiar en una nueva amistad.

      También, si la persona fue traicionada por su pareja en el pasado, y se vuelve a casar de nuevo, ese dolor todavía lo lleva en su nueva relación matrimonial trayendo como consecuencia dolor hacia la otra pareja. Cuando en un matrimonio hay heridas no sanadas, resentimientos profundos debido a circunstancias existidas en el pasado, la nueva relación se interrumpe y se va perjudicando. El resentimiento causa odio y amargura y el interior de la persona se torna de manera irritante. Esta persona tiene la tendencia de irritarse con tanta facilidad que no es feliz y no le permite la felicidad a su nueva compañera o compañero. En algunos de los casos, el resentimiento es tan grande que las parejas llegan a cogerse rencor. El rencor y el odio llega a un punto que se generaliza con personas inocentes, por ejemplo: “odio a las personas asiáticas porque una asiática me hiso mucho daño”, “no quiero saber de gentes de color porque una morena/moreno me traicionó”, “desconfío de las mujeres/hombres porque fui traicionada/o “todos los hombre son malos” “todas las mujeres son malas”.

       Y la lista sigue y sigue, y el resentimiento se aumenta y se aumenta. Si esta es tu situación, hoy te digo de parte del Señor, que necesitas una liberación de parte de Dios para que puedas vivir una vida tranquila y feliz. La única manera de liberarte del resentimiento de tu pasado, es por medio del perdón. Debes abrir tu corazón y vomitar ese veneno que no te da la felicidad en tu vida ni en tu matrimonio. Es necesario sacar a la luz el problema, dialogar francamente de los sentimientos y tomar la decisión de perdonar y dejar el pasado. Déjame decirte algo más, si te consume en el pasado, en tus resentimientos, nunca avanzarás, siempre estará atrás como el pasado.

       El odio y el resentimiento estancan y empobrece y amarga la vida de las personas. ¿Sabes qué? Hay un gran propósito para tu vida y el enemigo lo sabe, por tal razón te quiere robar el gozo y también te quiere poner como cola. El pasado jamás va a solucionar los problemas, en cambio cuando decidimos perdonar, vemos la diferencia. Pueda que se torne un poco difícil para perdonar y volver a empezar, pero es necesario continuar, pues tú tienes personas alrededor tuyo que están sufriendo por culpa de tu resentimientos del pasado. Tus seres queridos son afectados por tus actitudes y por tus altas y bajas. Es tiempo de seguir hacia adelante, es tiempo de caminar en el presente y no en el pasado. Es necesario que entiendas que cuando ese resentimiento está en tu corazón por tanto años, engendra raíces de amarguras.

        Las raíces de amarguras, dañan el corazón tornándolo seco, rencoroso y lo más triste daña las relaciones matrimoniales. ¿Quieres cambiar? Para borrar el pasado y ser liberado del resentimiento y de las experiencias de dolor pasada, es necesario perdonar. Cuando perdonas de todo corazón, experimentarás liberación. Las cadenas del resentimiento se largan en el nombre de Jesús. El Señor te dice hoy: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas, porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas” (Marcos 11: 25-26). Dios nos manda a perdonar, el perdón sincero llega al trono de Dios y Él por Su infinita gracia nos devuelve la paz y la felicidad.

        Sabemos que como seres humanos cometemos errores que crean resultados dolorosos. Cuando nos desquitamos con nuestra pareja por culpa de nuestras malas experiencias pasadas, ellos sufren y la relación matrimonial se afecta. Es por tal razón que el arrepentimiento y el perdón juegan una gran parte en la vida matrimonial. Es tiempo de dialogar con tu pareja y pedirle perdón sinceramente.

        Es necesario buscar la ayuda de Dios por medio de Su palabra y dejar que Él sea que restaure la unión familiar. Ahí donde te encuentras, si ha tenido circunstancias dolorosas en tu vida pasada, hoy el Señor te dice: “Entrégame tus cargas a Mí. “Descansa en mí, Yo cuido de ti, tú no tienes que pelear, Yo peleo por ti”. “Deja en Mí todas esas cargas, tus circunstancias, tus pasado Yo los solucionaré”. “Aprende a descansar en Mi”. “Yo estoy al control de tu vida”. “Yo te restauro hoy, solo cree porque para Mí no hay nada difícil ni imposible. “Búscame y me encontrarás”. “Solo perdona, Yo haré lo demás”. Pídele al Señor que restaure tu vida como también tu matrimonio. ¿Sabes qué? vivir en el pasado y con resentimiento, empobrece, las bendiciones se detienen. Es tiempo de vivir en el presente y no en el pasado, es tiempo de perdonar para que puedas gozar las bendiciones que Dios tiene para tu vida y tu casa.

     Padre Celestial, en el nombre de Jesús te pido perdón por todas mis ofensas hacia mi esposa/esposo. Reconozco que te he fallado como también a mi esposa/esposo. Hoy te pido que cambie mi corazón y llénalo de tu amor. Hoy voy a demostrar mi amor y respecto a mi esposa/esposo. Reconozco que he ofendido a mi esposa con mis acciones. Señor restaura mi vida como también mi matrimonio, ayúdame a saber hablar con mi esposa/esposo. Hoy voy a amar a mi esposa como Jesucristo ama a la iglesia. Amén.

Escrito el 27 de febrero 2014
Escrito exclusivamente para www.ministeriosdesanidad.org

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