El plan del adversario es robar, matar y destruir y él se mueve por toda la tierra en busca de una oportunidad para asaltar y destruir. El enemigo no quiere ver a un hijo de Dios sano o gozando de paz y felicidad. Satanás es enemigo de la unión, él solo quiere causar desunión, angustia y conflictos en la familia. Es por esa razón la importancia de la oración en el hogar; es necesario cubrir en oración a nuestros hijos y a nuestros hogares, como también, la familia. Salmos 121:1 nos dice: Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
Dios nos manda a vestirnos con Sus Armaduras diciendo: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11). Cuando nos revestimos con las armaduras de Dios podemos decirle al Señor: “Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás” Selah (Salmo 32:7), porque Dios es nuestro Amparo y Fortaleza, nuestro pronto Auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1). “Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre” (Salmo 118:6). “A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido” (Salmo 16:8).
En cada momento y en cada situación tenemos que buscar ayuda a Dios para la protección. Dios conoce todas las cosas y sabe muy bien cuando Sus hijos necesitan de Él.
Mensaje de Dios
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