“No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos” “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio” ” (1 Timoteo 4:14 Nueva traducción Viviente) (Timoteo 4:14 Reina- Valera 1960)
Aun con los obstáculos y las pocas experiencias que Timoteo reflejaba en la comunidad judía, él tenía un liderato dado como regalo de Dios. De pequeño conocía de Dios pues su madre y su abuela le enseñaron acerca del Señor.
El desarrollo y crecimiento de Timoteo, fue basado con fundamentos cristianos. Había muchas cualidades en ese joven que debían ser desarrolladas y practicadas para llevar frutos, pero a la misma vez él necesitaba a alguien que lo aminara a proseguir con la Carrera de la fe.
El apóstol Pablo vio el regalo de Dios en Timoteo y empezó a cuidarlo dándole consejos como si fuera su hijo. Fue ahí donde lo animó a no descuidar el regalo que Dios le había dado. Pablo lo animó a ejercitar y compartir la fe para que pueda llevar las Buenas Nuevas de nuestro Salvador Jesucristo a otros.
Así como a Timoteo hay líderes de nacimientos que saben la Palabra y en su corazón hay un miedo que no los dejan avanzar en el ministerio. Recuerdo que una líder profetiza me dijo “es que soy una gallina al momento de hablar” “tengo las palabras paro el miedo y la timidez me detienen”.
Quizás ese no es tu impedimento, tal vez te desenvuelve bien en una gran multitud, pero las circunstancias de la vida te han desanimado que solo desea colgar los guantes y no desea continuar con la encomienda y el regalo que Dios te ha dado. Quizás te asustan las críticas y el qué dirán de las gentes, mas te diré una cosa: las gentes que no tienen la llenura del Espíritu Santo y no tienen a Dios en su corazón siempre van a hablar malo de un hijo de Dios, estos son enviados por Satanás para desanimar al pueblo de Dios.
Si hay otras razones por la cual no estás poniendo en acción el regalo que Dios te ha dado te invito a ser sincero con Dios. Invita Su presencia del Espíritu Santo en tu vida y cuéntale tus cosas, dile a Dios cómo te sientes, ora, alábalo, ayuna y pídele al Señor que te muestre el propósito que Él tiene para tu vida. Abraza la fe, confía y espera en Él.
No te desanime, no descuide el don que hay en ti. No tengas miedo, confía en Dios. Él nunca te mandará desarmado, el Señor equipa al que manda. Él es tu proveedor. Pídele a Dios que ordene a las personas exactas para animarte en la Carrera. Hoy el Señor Jesucristo nos anima a seguir corriendo con persistencia la Carrera de la fe y abrazarla no importa los obstáculos que se presenten en nuestro camino.
Jesús es el camino, la verdad y la vida, si nos mantenemos corriendo en Su Carril, nunca seremos descalificados. Continua corriendo sin mirar hacia atrás, enfoca tu mirada hacia la Meta; Jesús es la Meta.
Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el SEÑOR tu Dios está contigo dondequiera que vayas”». (Josué 1:9).
Bendiciones
Escrito: El 23 de Octubre del año 2012