la oracioin.jpgMuchos poetas en la Republica Dominicana sintieron la preocupación por la penosa situación que su pueblo enfrentaba. Esa inquieto provocó que ellos escribieran poemas para expresar esperanza a un pueblo cautivo. Con sus poemas, ellos lograron calmar los ánimos enviando palabras de esperanzas a sus gentes tales como “No sufras campesino de mi tierra, oculta en el arado tu ansiedad, que algún día en el surco de tu siembra, una rosa de amor florecerá.” Este grito fue una manera de enunciar las necesidades que estaba padeciendo el pueblo dominicano para ese entonces. Lamentablemente, otra vez se siente ese mismo grito de angustias en las calles. Duarte, Sánchez y Mellas lucharon para liberar su nación del yugo y la esclavitud. Ellos fueron exitosos en brindar la libertad a su nación debido a que creyeron en Dios, y lo pusieron primero en todas sus ideas. (Dios, Patria y Libertad).

Hoy, la República Dominicana como muchos países latinoamericanos están llorando debido a los asaltos, la prostitución, abuso de poder, la carencia debido al alto costo de la vida, y la pobreza. En medio de los sinsabores, atracos y olor de muerte, hoy el Señor derrama olor fragante de vida a Su remanente escogidos.  En verdad que, en medio de las pruebas y circunstancias, el pueblo dominicano todavía le cree a Dios y en Sus promesas y nos dice en Salmos 33:12

Bienaventurada la nación cuyo Dios es el SEÑOR, el pueblo que Él ha escogido como Su herencia”.

Los poetas llevaron un mensaje de aliento y paz a sus gentes por medio de sus poemas, pero hoy el Todopoderoso se ha acordado de Su gente, Él conforta a Su pueblo y nos dice así:  “Aconteció después, que Él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con Él muchos de Sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a Su pueblo” (Lucas 7:11-16) (RVR1960).

Oremos:
Amantísimo Padre Celestial, Dios fuerte llenos están los cielos y la tierra de tu gloria. ¿Habrá algo difícil para ti? Para ti oh Dios no hay nada difícil. Padre Eteno, te pedimos que visite a tu pueblo República Dominicana y tenga compasión de sus habitantes. Hoy clamo un clamor para mi tierra y el enemigo no prevalecerá contra mi nación. En el nombre de Jesús clamo liberación y sanidad a mi linda Quisqueya, ningunas armas forjadas contra ella prosperarán. La Republica Dominicana le pertenece a Dios. ¡Amén!

Esperamos la libertad, el amor y la paz en sus calles. En el nombre de Jesús reprendemos al ladrón, al salteador, y al matador. Clamo sabiduría sobre los líderes de mi nación. Deseamos un florecimiento de rosas de compasión y respeto hacia los seres humanos en mi amada República Dominicana.

Armor-of-God-150x1503www.ministeriosdesanidad.org.

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