Estamos viviendo en tiempos difíciles donde a los bueno se le llama malo y a lo malo bueno, es como si el enemigo está ganando la partida, él se cree que es un vencedor, mas es una mentira. El enemigo es el padre de mentira, por lo tanto él es un mentiroso. Conozco una Ley que no se compromete ni negocia con las aprobaciones del hombre caído. La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; (Salmos 19:7)
Hoy el Señor está llamando a guerreros a pararse de la silla cómoda en oración y ruego por nuestra nación. Esta encomienda, no solamente es para cuando una tragedia azota nuestra comunidad y a nuestra nación, este deber es todo el tiempo y sin cesar. Orad sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17). La condición en la que se encuentra nuestra nación es evidente, no tenemos que ver una película de acción para ver lo que sucede en nuestra comunidad cada día. El desempleo, las drogas, la pobreza, la economía, el terrorismo, matrimonios rotos y otros problemas que aqueja a una sociedad decadente.
Los guerrero de Dios, no deben atemorizarse por la condición en la que se encuentra la nación, pues Dios no te ha dado espíritu de miedo ni de cobardía, sino de dominio propio. Solo la intervención del Señor puede arreglarlo todo con tan solo orar y dejar que sea Él obrando y restaurando.
¿Cómo vamos a ver a Dios obrando y restaurando nuestra nación?
Por medio del arrepentimiento, la obediencia, la oración y el ayuno. Dios escucha nuestras oraciones cuando seguimos su Ley y la ponemos en práctica por fe, y como hijos de Dios, tenemos el privilegio de acercarnos a Su presencia en oración y esperar por Su bendición.
Somos el pueblo de Dios, por tanto Él nunca nos abandonará ni tampoco nos dejará huérfanos. ¿Qué Dios quiere que hagamos para que nuestras oraciones lleguen a Su Trono Celestial? La respuesta se encuentra en (2 de Crónicas 7:11-15)
“Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. Si Yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar;
Palabras claves para recordar y practicar:
1. Humillarse
2. Orar
3. Buscar el Rostro de Dios
4. Salir de malos caminos y malos pasos
Entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Agarra la Espada de la fe que es la Palabra de Dios y métete a orar a tiempo y fuera de tiempo. Guerrero, vístete con las Armaduras de Dios e intercede por tu familia y por tu nacion en el nombre de Jesús. Orar sin cesar.(1 Tesalonicenses 5:17).
Mira que te mando que te esfuerce y sea valiente, no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que tú vayas. Josué 1:9
Escrito: 18 de Abril del año 2013
Escrito por Bv Flores