Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Mateo 17:20 (RVR1960)
La fe que nos parece débil o muy pequeña; puede alcanzar lo humanamente imposible. El monte que Jesús les habla a Sus discípulos representa un problema o un obstáculo. En la vida hemos pasado por montes muy grandes y este requiere una porción de fe para derribarlo en el nombre de Jesús. Dios no nos demanda una fe grande, Él solo nos pide una fe del tamaño de un granito de mostaza. El Señor Todopoderoso, tiene la capacidad para resolver todas tus necesidades aun aquellas que para el ojo humano se ve imposible. Hoy el Señor nos llama a mirar con el ojo de fe para ver lo imposible haciéndose posible. El Padre Celestial tiene formas de trabajar en tus necesidades y de resolver tus problemas. Jesús dice en Su Palabra que nuestra fe en Dios toma una naturaleza totalmente nueva y esta, se convierte en milagros poderosos. Nosotros tenemos un papel muy importante y esto se basa en creer que nuestra fe se convertirá en una semilla fructífera.
En este versículo, Jesús nos muestra tres maneras para caminar con el ojo de fe, declarando las cosas que no son como si fuesen:
1. Dios nos manda a poseer una medida de fe. “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” Romanos 12:3 (RVR1960).
2. El Señor nos dice en Su Palabra que esta fe cobra vida por medio del “oír la Palabra de Dios. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17 (RVR1960).
3. Nuestra fe se activa cuando le creemos a Dios y a medidas que oímos Su Palabras se convierte en una semilla fructífera. Con esta semilla de fe, podemos ver las cosas que no se ven como si fuesen y verlas realidad en nuestras vidas. Podemos sembrar la semilla de fe ayudando a los necesitados y haciendo el bien.
“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho” (Marcos 11:23 (RVR1960).
Cuando Dios habla acerca de la fe siempre dice “en verdad”, “de cierto”, la Palabra de fe siempre va acompañada de seguridad. La seguridad es una certeza interior y externa por la cual los hijos creyentes de Dios tenemos la seguridad de creer que Dios es real. Él nos brinda Su Palabra para creerla y para que nuestra fe sea aumentada cada día. Es tiempo de ver las cosas que no se ven como si fuesen y esta es la seguridad y esperanza de que las cosas acontecerán bajo el poder y el tiempo de Dios.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Fe es mirar lo imposible y sin dudar. Fe es creerle a Dios que lo que Él me prometió ocurrirá en Su Divino tiempo. Fe es agarrarse del Señor, aunque los vientos estén contrarios. Fe es perseverar y esperar sin dudas ni desesperación, porque Dios nunca se adelanta y nunca se retrasa. Dios nunca llega tarde, Él cumplirá lo que prometió. La fe mueve montes. La fe mueve las adversidades y los problemas.
¿Cuál es el monte que debes remover en tu vida? ¿Es las drogas, la enfermedad, la finanza, falta de empleo, el miedo, pasiones desordenada, depresión, las dudas, problemas migratorios, matrimonio o problema en el hogar que te están afectando?
¡Levántate! Dios tiene el Poder para cambiar tu situación en gozo. Él te colocará en posiciones altas que tú nunca ibas a imaginar. Solo arrepiéntete, entrégale tu vida a Cristo, perdona y créele a Él por fe. Agárrate de Él como nunca antes, aunque los médicos te digan un reporte no favorable. Créele a Él porque Él te bendecirá y te suplirá todas tus necesidades de acuerdo con Sus riquezas en gloria. Agárrate de Dios, porque Él es real. Dios es el mismo de ayer de hoy y para siempre. Él tiene oídos para escucharte cuando a Él implora.
Oremos:
Amantísimo Padre Eterno, Jehová de los Ejércitos es Tu Nombre. Venimos ante Tu presencia para darte la honra y el honor por los siglos de los siglos. Gracias por Tu Palabra que por medio de ella nuestra fe se activa. Así como tus discípulos te pidieron que les aumentara la fe y Tú por Tu misericordia se la aumentaste, te pedimos que nos aumente la fe. Gracias por aumentar mi fe y ayudarme a creer en ti. Hoy les hablo por fe a mis montes para que sean removidos en el Nombre de Jesús. Amén.
Palabra de Dios
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