Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de Su Manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con Él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque Yo he conocido que ha salido poder de Mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a Sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. Y Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. Lucas 8:43-48 Reina-Valera 1960
Jesús jamás te rechazará por tu impureza, Él no se esconde de alguien impuro que lo busca. La sociedad rechazó a la mujer del flujo de sangre, pero Jesús no la rechazó, mas bien, la transformó y sanó su enfermedad. La mujer se atrevió a tocar el Manto de Jesús con fe y recibió su sanidad; porque Él dijo: El que a Mi viene Yo no le echo fuera. Juan 6:37
Jesús le devolvió la dignidad a esa mujer, tal vez te han rechazado, pero Jesús nunca te rechazará. Jesús nunca actuará como algunos que te juzgan. Dios le dio mucho más de lo que ella estaba pidiendo, no solamente la sanó, sino también, la perdonó y la llamó hija. Sea lo que sea lo que te pasó, hoy el Señor te sana, te perdona; y te hace Su hija/hijo. Si estás pasando por circunstancia y ha gastado todos tus recursos, hoy Dios te restaura, te fortalece; y te da vida y vida en abundancia. La mujer del flujo de sangre decidió tocar el Manto del Señor por fe, y recibió sanidad. ¡Cuán grande es nuestro Dios!
Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste. Salmos 30:2
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Isaías 61:1-3
Hijo mío, atiende a Mis Consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista Mis Palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo. (Proverbios 4:20-22)
www.ministeriosdesanidad.com.
Autora del libro “Venciendo los Miedos por fe: Corre para ganar”, está disponible en Amazon Kindle Edition | https://amzn.to/3Mz5Ztw
Gracias por apoyarnos con el libro: Venciendo los Miedos por Fe: Corre para Ganar (Spanish Edition) Kindle Edition