En una ocasión recién convertida en los caminos del Señor, me encontraba cantando la alabanza que dice: //Si el Espíritu de Dios se mueve en mí yo danzo como David// //yo danzo, yo danzo, yo danzo como David//… Mientras alababa a Dios con esa bella alabanza, una hermanita me dijo: “por favor no cantes esa alabanza porque David fue un pecador”. Ese comentario me hiso pensar y leer más acerca del rey David en la Palabra de Dios. Mientras leía y buscaba información, encontré que David ha sido el único hombre que se le ha designado en la Biblia como alguien próximo al corazón de Dios. David rey de Israel fue el único hombre que ha recibido tal galardón: “Un hombre conforme al corazón de Dios”.
¿Cómo se puede mostrar esa atribución siendo un hombre pecador?
La verdad es que a David se le recuerda más bien como a un hombre muy pecador; cometió adulterio; mintió, mató a otras personas; un hombre de guerra y cometió un sinnúmero de errores. Y, si embargo, Dios dijo de él, “He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a Mi corazón, quien hará todo lo Yo quiero” (Hechos 13:22 (RVR1960).
David fue un hombre con pecados al igual que tú y yo, por favor no se ofenda cuando digo que tú y yo hemos cometido pecados. Todos en algunas ocasiones hemos cometido pecados y el que diga lo contrario es un mentiroso, porque la realidad es que, todos somos pecadores. Dice la Biblia en 1 Juan 1:9-10 que, “Si confesamos nuestros pecados, Él es Fiel y Justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso, y Su palabra no está en nosotros”. Cuando leemos acerca del rey David, podemos notar sus errores y pecados; sin embargo, Dios elogió su humildad y su liderato.
¿Cómo se puede explicar esto entonces?
La contestación a esta pregunta acerca del carácter de David y los errores y pecados que cometió, radica en que, a pesar de que él fallaba también iba humillado ante la presencia de Dios para consultar con Él y pedir perdón. Cada error que David cometía, él lo reconocía y pedía perdón. David no solamente reconocía que cometía errores, también aprendió de cada uno de ellos. David fue muy humilde, a pesar de su poderío como rey de Israel, él nunca se apoyaba en sus corceles y armas de guerras, mas bien, él siempre consultaba a Dios.
Dentro de ese líder, también había un ser humano lleno de debilidades y pecados. Me llama la atención la manera que se le juzga a un hombre de Dios o a una mujer de Dios cuando falla. Dios le demostró a David cuándo cometió sus pecados y David reconoció dónde y en qué área estaba mal. Somos muy rápidos en acusar, condenar, dejar de ir a la iglesia y lo más actual, sacarte de la lista de Facebook. El único que conoce el corazón del ser humano es Dios, aun con todos sus errores y pecados, Dios bendijo a David con todas Sus ricas bendiciones. ¿Cuál fue la clave de David? Su humildad, arrepentimiento, obediencia y rendición a Dios.
Con todos sus errores, faltas y debilidades, David se arrepintió de sus pecados y aprendió de ellos y no volvió a cometerlos jamás. Dios conoció el corazón de David y lo podemos ver expresado en el Libro de los Salmos. El carácter de David le agradó mucho a Dios porque él se humilló a consultar, escuchar y darle seguimientos a los consejos de los profetas de Dios. Estas atribuciones colocaron al rey David como un hombre humilde y justo, el mejor de los lideres de Israel y Dios lo bendijo grandemente.
Oremos: Padre Eterno, en este momento reconozco que soy pecador (a), me arrepiento. Ayúdame a tener un corazón conforme al tuyo, en el nombre de Jesús te lo pido. Amén.
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