No somos un accidente, fuimos planeados por Dios mucho antes que existiéramos en el vientre de nuestras madres. “Antes que te formase en el vientre te conocí…” (Jeremías 1: 5). Cuando nacemos tenemos una identidad dada por Dios. Fuimos planeados por Dios para llevar Su Palabra a tiempo y fuera de tiempo. Nuestro Creador nos escogió y nos puso nombres que jamás serán olvidados por Él. Si buscamos al Señor y dejamos que Él gobierne nuestras vidas nos irá bien. Dios nunca se olvida de quienes los buscan en espíritu y en verdad. “Grabada te llevo en las Palmas de Mis Manos; tus muros siempre los tengo presentes” (Isaías 49:16).
Cuando el enemigo trate de hacerte creer que no eres nadie, párate y dile: “Tengo identidad dada por Dios mucho antes que yo naciera”. Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: !!Ah! !!ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo Estoy para librarte, dice Jehová. (Jeremías 1:5-8)
(RVR1960)
Cada vez que veas un nuevo amanecer, es una oportunidad para darle las gracias a Dios por la vida, por un nuevo día y por el Propósito que Dios tiene para ti. Dios te hizo con un Propósito Eterno para hablar y llevar Su Palabra a cada rincón dondequiera que vayas. No temas a lo que vayas a decir porque Dios pondrá Su Palabra en tus labios. Dios no te va a dejar desamparado ni mucho menos te dejará solo, Él estará contigo para ayudarte.
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