Por Bv. Flores
Nosotros fuimos justificados no por las obras de la ley, sino por la gracia de Dios que ha derramado en nosotros cuando aceptamos a Jesucristo como el Señor y Salvador espiritual de nuestras vidas. La sangre del Cordero nos limpió de todo nuestros pecados. “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:10). “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros,” (Romanos 5:8).
Esta reconciliación con Dios requiere caminar por fe y ver lo que Dios tiene preparado para nuestras vidas. Ya las cosas que antes hacíamos, no pueden están en nuestras agendas, si frecuentábamos lugares o personas que nos pueden comprometer nuestro modo de vivir, es tiempo de hacer una distancia. En mi nuevo cambio, Dios tiene un carril asignado para mí para que durante mi Carrera, me enfoque en las direcciones a recorrer.
Sé que durante la carrera voy a ver obstáculos, mas Dios me entrenará y me dará las técnicas para sobrepasarlos todos. La carrera de la fe debe ser transparente y sin ninguna sombra de mi pasado. Hoy he decidido cambiar mi conducta y guardar mi corazón. Dios es fiel y Él me ha prometido que hará cosas nuevas. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 corintios 5:17).
Gracias Señor porque Tú hace que no me acuerde de las cosas pasadas y ni siquiera las traiga a memoria, porque ya Tú las borraste todas. Gracias Señor porque Tú hará cosas nuevas a pesar de mis errores pasados, tu misericordia y tu brazo están extendido para socorrerme y llevarme por el mejor camino. Señor hoy he decidido estar conectada a ti reconociendo que Tú eres la vid y yo soy tu rama, para llevar frutos en tu nombre.
Hoy declaro que he sido llamada para heredar bendiciones y ser de bendición. 1 Peter 3:8-15 nos muestra un patrón a como conducirnos agradables a Dios, mi empeño es vivir una vida agradable a Dios para llevar buen testimonio. Dios nos manda a vivir de esta manera para que nos vaya bien, y poder habitar en nosotros.
Él no habita en un templo sucio, pues “vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. El Señor nos exholta:
Porque:
El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?
Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; (1 Peter 3:8-15).
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Filipenses 3:13-15
Que el Señor continúe bendiciéndote
Escrito: El 15 de Marzo del año 2013