TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE. (Filipenses 4:13) (RVR1960)
Todos en algún momento de nuestro existir, hemos pasado por diferentes circunstancias en las que nos hemos sentido enfermos, sin trabajo, con problemas económicos o depresión debidos a serios problemas familiares. En esta desesperación, sentimos que estamos encarcelados y las fuerzas se agotan y no podemos más. El desánimo y la tristeza se apodera de tal manera que llegamos a sentirnos sin Dios y sin esperanza. En medio de la desesperación llegamos a pensar que Dios se ha olvidado de nosotros.
El mensaje que el apóstol Pablo nos ha dejado en Filipenses 4:13 es un grito de fe y de victoria. El apóstol Pablo no estaba enfermo, o padeciendo de depresión, su delito fue por llevar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Por esa razón Pablo fue llevado a la cárcel. Me llama la atención que su mensaje de ánimo lo escribió en la cárcel. ¿Qué persona encarcela puede tener tal animo? ¿De dónde vino esa paz y ese gozo? Solo Cristo lo puede hacer, Él es el Único que puede darnos Su paz en medio de la tempestad.
El apóstol Pablo vivió en carne propia el desprecio, rechazo y azotes, pero en medio del problema, mantuvo su fe en Dios. Aun en la cárcel, Dios lo fortalecía llenándolo de Su paz y de Su gozo. Pablo no denotó derrota ni mucho menos tristeza, más bien nos dice: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos! Él deseó que nosotros también sintamos el gozo y la paz de Dios en medio de la tormenta.
En apóstol Pablo pasó por esas situaciones, pero él por medio del Espíritu Santo nos ha dejado un legado a seguir: No importa en la situación que hoy te encuentres, agarrarte del Poder de Dios por medio de la fe. Aunque tu ojo físico vea el problema, empieza a mirar la solución con tu ojo espiritual. Aunque sientas que todo se ha acabado y tus fuerzas no pueden más, las promesas de Dios nos dicen que Él “da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”. Agárrate de la fe y espera a Jehová, porque los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
No importa que tan difícil sea el problema, Dios está en tu casa resolviendo y sanando si clama a Él con fe. Cuando tocamos a Dios con fe, Él por Su misericordia responde a todas y cada una de nuestras necesidades. Empieza a creerle a Dios por medio de la fe.
La fe verdadera nunca dice “no puedo” “no me puedo curar” “no puedo realizar mis estudios” “no puedo hablar” y “no tengo fuerzas para continuar y llegar a la meta’”.
La fe verdadera dice: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. La fe verdadera activa y concede la petición de tu corazón de acuerdo a los Propósitos Eternos que Dios tiene para tu vida. No importa cuán altos sean tus sueños y cuán lejos estén de tus manos, si te agarra y cree por fe, verás lo imposible hacerse posible.
En este día, vamos a empezar a ver con el ojo de fe de manera que, si te sientes débil, dile a esa debilidad: “fuerte soy”. Si estas enfermo y los reportes de los médicos no son favorables, dile a esa enfermedad, sano soy. Si estas en pobreza, hoy Cristo te da los medios y la fuerza para continuar la Carrera. No te limites, nunca digas “no puedo” porque en verdad, tú puedes. Dios te dará las herramientas que necesitas porque hay mucho camino que recorrer.
Agárrate de Dios como nunca antes, y verás cómo Él te concederá los deseos de tu corazón. Si Dios está conmigo, TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE.
Filipenses 4:13 (RVR1960) /Isaías 40:29-31 (RVR1960)
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