“¡Ah, Señor Jehová!, tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Nada hay que sea difícil para ti. Porque nada imposible hay para Dios” Jeremías 32:17/Lucas 1:37.
Las dudas, el temor, la negatividad y las imposibilidades no van acorde con la fe. Quizás estés pasando por situaciones difíciles que solo la intervención de Dios podrá sacarte a flote, es en ese momento que debes poner tu fe en acción. Con tan solo creer que Dios cambiará tus circunstancias espéralo, solo cree.
El problema es que en los momentos difíciles no sabemos cómo pedir. Cuántas veces nos desesperamos por obtener algo y aun más cuando las cosas no salen como nosotros queremos, claro es natural para un ser humano desesperarse cuando no hay alimentos en la casa, cuando no hay trabajo y las necesidades se suman cada día. Mas conoce Jehová los días de los íntegros y la heredad de ellos será para siempre.
No serán avergonzados en el tiempo de dificultad, y en los días de hambre serán saciados. El Señor sabe cuáles necesidades tenemos aún antes de pedir. Debemos confiar en que Él no nos abandonará sino que proveerá siempre lo suficiente. Es necesario buscar primeramente el Reino de Dios y Su justicia y todo vendrá por añadiduras” (Mateo 6:3). “Esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye; y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15). Dios no te avergonzará, Él es tu Proveedor.
“Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia y presta. Su descendencia es para bendición” (Salmos 37:25-26). Si eres hijo de Dios, Él no te hará pasar vergüenza, Él siempre te sostendrá para ayudarte en todos tus caminos.
Muchas veces hay tribulaciones y situaciones en nuestras vidas que no logramos entender, mas una cosa estoy segura, es que Dios abre camino donde no hay camino. Lo imposible Él lo hace posible. Él es todo amor y dador de la vida eterna. De Él manan bendiciones almacenadas para Sus hijos. Dios jamás ve imposibilidades sino posibilidades, su respuesta es siempre positiva.
Es necesario que para creer en lo imposible, debemos llenarnos de una porción de fe. El Señor no demanda una gran fe, la fe que el Señor se refiere es del tamaño de una mostaza, que es unos de los granos más pequeños. Con el tamaño de un grano de mostaza, podemos mover montañas.
¿Y que son las montañas?
Las montañas son los problemas, los obstáculos que enfrentamos a diario. Si nos llenamos de fe, Dios nos equipa y nos entrenas para sobrepasar todos dardos y obstáculos del enemigo. Empieza a pedirle a Dios que te aumente la fe, dile cómo te sientes y por lo que estas pasando. No te quede ahí, lucha y llénate del poder de Dios para ver lo imposible posible haciéndose realidad en tu vida.
Recuerda que todo obra para bien aun cuando te vea caer. Si te cae, levántate en el nombre de Jesús, Él estará contigo para levantarte. “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito”. Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de que Él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas? Romanos 8:28-30
“Es pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” “pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios; crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:1). Dios te recuerda hoy que no hay nada difícil para Él, lo que es imposible y grande en tu ojo humano, es como nada en las manos de Dios. Él está en control de todas las cosas y no hay nada imposible para el Señor, es tiempo de ver lo imposible haciéndose realidad en tu vida en el nombre poderoso de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
Bendiciones
Escrito el 29 de Abril de 2012
Escrito para www.ministeriosdesanidad.org