B. Flores
!Todo lo puedo en CRISTO que me fortalece!
Porque a Mis ojos eres de gran estima.
En este día si te sientes que no tienes fuerzas para continuar la carrera, si sientes que te han abandonado, hoy declaro en el nombre de Jesús palabras de aliento a tu vida. Hoy vengo a recordarte: Quién tú eres en el Señor. Eres altamente estimada/o para Dios. Tú no eres cualquier cosa; eres perla preciosa para el Seño. Él pagó el precio por ti. Hoy declaro palabras proféticas de parte del Señor para tu vida. Solo créele a Dios y recibirás las promesas que Él te brinda hoy. !Recíbela en el nombre de Jesús! El Señor Jehová de los Ejércitos, el que mandó a su Único hijo Jesús del cielo a la tierra para morir por tus pecados te dice hoy:
Yo soy el Dios de Abraham, tu padre, no temas; porque Yo estoy contigo (Génesis 26: 24). Yo soy tu Dios y te enseño lo que es provechoso (Isaías 48:17-18). “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre” (Proverbios 1:8). “Yo soy el Dios de Abraham, tu padre, no temas; porque Yo estoy contigo. Yo te enseñaré el camino que debes seguir, seré tu consejero y estarán mis ojos velando sobre ti” (Salmo 32:8).
“Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque Yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, Soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y Yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque Yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré” (Isaiah 43:2-5).
Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y Yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová).
“No tengas miedo, solamente confía en Mí” (Marcos 5:36) (Salmo 91:14).
“No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).
El Señor nos dice: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque Yo soy Jehová tu Sanador. Éxodos 15:
“Vengan a Mí los que están cansados y agobiados y Yo los aliviaré” (Mateo 11:28). El que esté enfermo que llame a los sacerdotes de la Iglesia para que oren sobre él, ungiéndole con óleo (aceite) en el nombre del Señor; y la oración de la fe salvará al enfermo y el Señor lo curará y, si ha cometido pecado, lo perdonará. Oren unos por otros para que sean curados, porque mucho puede la oración fervorosa del hombre bueno (Santiago 5:13-16). Yo soy Dios, tu sanador (Éxodos 15:26). “Clama a mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timothy 1:7). “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9).
¡Levántate!
Escrito el 23 de febrero 2014
Escrito exclusivamente para www.ministeriosdesanidad.org
