“(porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor” (2 Corintios 5:7-8 (RVR1960).
Hay una gran diferencia en andar por fe y andar por vista. Andar por fe, es creerle a Dios. Es vivir una vida en esperanza y en la dependencia y obediencia de Dios. Es dejar que sea Él dirigiéndonos, ensenándonos y así dar buen testimonio. En cambio, andar por vista es andar sin esperanza. Es dejar que nuestra vida esté gobernada por la carne y por nuestros propios consejos u opiniones. Cuando una persona anda por vista, no cree en nada relacionado con Dios, no tiene la certeza de lo que se espera, no cree en milagros porque no camina pon fe.
Para tener fe, hay que creerle a Dios que lo que Él promete a nuestras vidas se cumplirá de acuerdo con los Propósitos Eternos que Él tiene para cada uno de nosotros. El que vive por fe vive con la seguridad de lo que Dios dice en Su Palabra, y esa es la esperanza de los creyentes. La fe es creer en Dios, “dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron” (Juan 20:29 (RVR1960). Si cree en Dios de todo corazón guarda Su Palabra y abraza la fe. “Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos” (Romanos 8:24-27 (RVR1960).
La fe no es una carrera de velocidad, es una carrera de resistencia. En esa espera debemos de abrazar la esperanza y la paciencia, recuerdas que durante la espera no caminamos solos, Dios siempre nos acompaña. La fe es lo opuesto a la apostasía, que significa el abandono de la fe. Es la persona que tuvo fe, pero se cansó de vivir su vida en la espera de Dios y se fue al mundo. Esperar lo que no vemos requiere fe y en esa gran espera debemos descansar con paciencia. La fe es el orden establecido a la lealtad de Dios y a Sus Promesas, por tanto, es necesario descansar en Sus promesas, caminar en Sus promesas y vivir en Sus promesas para no vivir en pobreza ni en derrota.
La fe es vida y muchos se agarraron de ella y fueron bendecidos con vienes y larga vida. La fe acompañaba a los discípulos del Señor, ellos actuaban y caminaban por medio de ella. Por fe Pedro caminó sobre las aguas y cuando dudó se hundía, pero Jesús extendió Su brazo de poder y lo salvó. (Mateo 14:22-33 (RVR1960) Las dudas paraliza la fe, si vamos a creerle a Dios, la duda no tiene lugar, porque trastorna el poder de la fe. Las dudas producen que las personas se hundan como también, causan que los milagros no se realicen.
Para recibir tu milagro, tienes que creerle a Dios por fe. Por fe la mujer del flujo de sangre declaró palabras de sanidad a su vida en el nombre de Jesús y porque creyó, ella recibió sanidad y salvación (Lucas 8:43-48 (RVR1960). Por fe logramos alcanzar la salvación. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9 (RVR1960).
La fe no es visible, es una realidad eterna y verdadera para los creyentes que la abrazan de todo corazón. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Abraza la fe.
Escrito por: Bv. Flores
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