- Donde a lo Bueno se Llama Malo y a lo Malo, Bueno.
“¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20-25). La familia juega un papel muy importante en este mundo lleno de maldad y confusión.
Hay mucha inquietud entres los niños y los adolescentes acerca de situaciones que vemos en la televisión, y en nuestro medio ambiente que el hombre ha cambiado. Como padre de familia es un deber aclararle a nuestros hijos acerca de las inquietudes que ellos no entienden para que no sean instruidos por otros medios erróneos.
Nuestro deber es estar pendientes de ellos, prestarle atención, hablar con ellos como padre y madre y no como amigos. El problema es que algunos padres se identifican con sus hijos como si fueran amigos por la simple razón de no verse viejos y no asumir el papel que lo acreditan como padres. Es necesario que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos aprendan de lo que es bueno y malo a la luz de la Biblia, así tendremos una generación agradable y conforme al corazón de Dios.
¿Qué está haciendo tú para enseñarles a tus hijos sobre el mandamiento de Dios? Ya no es tiempo de hacer el papel de amigo, es tiempo de enfrentar la realidad de lo que está pasando en la sociedad, donde el hombre ha cambiado las normas que Dios implantó desde el principio. Estamos avisados que en estos últimos tiempos a lo bueno se llamará malo y a lo malo, bueno. Pienso que ya ese tiempo lo estamos viviendo.
Dios hace una advertencia y menciona la palabra ay. Esta palabra significa que viene un juicio grande y el que no esté preparado le irá bien mal. La Biblia tiene todas las informaciones para cada situaciones en nuestro diario vivir. La palabra de Dios nos instruye a caminar por el camino que debemos andar, pues Él nos da dirección a través de Su palabra.
El anhelo de Dios es que Su palabra sea grabada en nuestros corazones para que nos vaya bien. Dios nos dice a todos hoy: “Escucha, Israel: El SEÑOR nuestro Dios es el único SEÑOR. Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando.
Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades” (Deuteronomio 6:4-9).
Es necesario obedecer el mandato que Dios nos ha dado hoy para instruir a nuestros hijos en Su Camino, haciendo esto, plantaremos en nuestros hijos bases solidas que jamás serán derrumbadas. La palabra del Señor es real, es vida y no retorna vacía; se queda en el corazón.
Si proseguimos como nos manda Dios, andaremos en Su Luz en este mundo de oscuridad. Estamos llamados a poner nuestra confianza en el Señor Jesucristo; Él es el Dios que se deja encontrar; Él está cercano. Búscalo.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7).
Padre en el nombre de Jesús te damos todo el honor y toda la gloria reconociendo que sin Ti nada somos. Señor ayúdanos a depender solamente en ti y en tus palabras y así aplicarla en nuestro diario vivir con nuestras familias, y nuestros hijos. Señor llénanos de tu discernimiento y de tu sabiduría para llamar a lo malo malo y a lo bueno bueno. Padre clamo sabiduría para todo los hermanos que están leyendo este mensaje, bendícelos grandemente y ayúdalos en sus hogares. Que la paz de Cristo reine en tu hogar. Amén.
Bendiciones
