B. Flores
No permitas que los malos momentos te saquen de concentración y del propósito que Dios tiene para tu vida, recuerdas quién eres en Cristo. Bajo ninguna circunstancia no permitas que el enemigo juegue con tu mente, usa la autoridad que Dios te ha dado para atar todo pensamiento cautivo en el nombre de Jesús. No le dé paso a los pensamientos negativos y guarda tu corazón “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos…” (Mateo 15:18-19). Porque cuáles son sus pensamientos íntimos, tal es él…” (Proverbios 23:7). Marcos 7: 14-16 “Y llamando a sí a toda la multitud, Jesús les dijo: Oídme todos, y entended: Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.
Cuando permitimos y les damos pasos a los malos pensamientos estos se filtran y contaminan todo el cuerpo y frustran los propósitos que Dios tiene preparados para ti, por tanto, es necesario cancelar inmediatamente cualquier pensamiento que se levante en el nombre de Jesús. ”Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. 2 Corintios 10:4-5
Si eres cristiano, ama al Señor y camina en Su obediencia en espíritu y en verdad, tú puedes utilizar las armas que el Señor te has dado para derribar todo argumento o malos pensamientos que se levanten contra ti. El enemigo no prevalecerá ni tampoco te controlará porque ya no le pertenece a él, ahora le pertenece a Dios. No te dejes engañar por las mentiras de satanás, pues su único oficio es condenar, mentir matar y destruir.
Es necesario que entiendas que el enemigo vendrá a hacerte recordar las cosas malas que hiciste antes de haberte convertido a Cristo, su acusación estará constante para degradarte y hacerte sentir como cola. Pero hoy te dice el Señor nuestro Dios: Tú eres cabeza y no cola, eres altamente estimado y escogido para los propósitos del Señor. Es cierto que antes andaba perdido en la oscuridad pero también es cierto que Dios vino a tu corazón y te llenó de Su luz.
El Señor Jesucristo cambió tu vida, Él borró tu pasado y no se acuerda de tus pecados y te dice hoy: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
Prosigue siempre hacia adelante, ni un paso atrás. Olvídate del pasado y confía plenamente en el Señor nuestro Dios. Pídele a Dios que te equipe de Sus herramientas para realizar tus metas y depende de Él. Filipenses 3: 13 nos dice: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.
He tenido la oportunidad de conocer personas “creyentes” que todavía viven en su pasado y cuentan su vida de dolor a la primera persona que conocen y así se las pasan como si eso pudiera solucionar el problema. Esa actitud no deja avanzan a la persona puesto que el recordar el pasado estanca su presente. Si somos nuevas criaturas en Cristo, el pasado que dejamos atrás no debe obstaculizar nuestras vidas ni tampoco controlar nuestro presente. El recordar constantemente el pasado doloroso ocasiona una condición de resentimientos y de raíces de amarguras que debe ser cortada con la Sangre de Cristo. El recordar el pasado estanca tu presente y no te deja avanzar. Tu Debe ser vigilante a las cosas malas que entran en tu mente y darle un pare en el nombre de Jesús. No le dé cabida al diablo con sus mentiras.
Perdonar a otros es mandatorio en la vida del creyente. Perdona y perdónate. Cuando perdona, las cosas cambian, se renuevan tus pensamientos y recibe liberación del yugo de la opresión. Eres libre en el nombre de Jesús. El enemigo es bien oportuno especialmente cuando las personas cargan con circunstancias pasadas, él va a buscar todo lo necesario para entrar en las mentes de las personas por tanto, es necesario guardar el corazón. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Debemos tomar estas palabras y hacerla nuestra en nuestro diario vivir. Dios nos manda a que cuidemos nuestros corazones porque el corazón es el lugar donde se sientan las emociones, los pensamientos, lo más profundo del ser, lo que lo mueve a pensar, a actuar, a tomar decisiones y a obrar, por tanto, nosotros tenemos la responsabilidad de cuidar y velar lo que entra en nuestros corazones.
Dios quiere que guarde tu corazón para que te vaya bien, en cambio, el enemigo quiere tener tu mente depresiva, cabizbaja, derrotada en todos los aspectos tanto físico como espiritual. El anhelo de Dios es que tu mente este puesta en Él en todo tiempo. Recuerda que cuando tenemos nuestra mente puesta en Dios, Él nos guardará en perfecta paz.
Oremos:
Padre Celestial en estos momentos vengo ante Ti con un corazón dispuesto a cambiar. Espíritu Santo Cambia mi corazón y habita en él, pues quiero ser como Tú. Señor guarda la puerta de mi corazón y llena todo los espacios vacíos. Señor… sé que Tú estás tocando la puerta de mi corazón, entras no te quiero dejar fuera. Espíritu Santo… no te quiero dejar ir, entra a mi corazón y has residencia en él. Cámbiame y lléname completamente de Ti. Eres bienvenido a mi vida.
Escrito el 27 de julio del año 2014
