Madre, son tantas las palabras que tengo para expresarte que no logro a describirlas, pero una cosa si puedo describir, es mi amor por ti: Te amo madre, te amo mami, te amo madrecita, te amo Mamá.
Mami, sé que la distancia nos separa, pero eso no cambia mi amor por ti. Cada día deseo abrazarte al igual escuchar tu voz, y eso Dios lo sabe muy bien. ¡Cómo anhelo que estés conmigo hoy!
Mami, cuando Dios te escogió para que sea mi Madre, lo hizo con sabiduría y con Propósitos Eternos. Madre querida tú no eres cualquier madre, tú eres una Madre ejemplar. Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas.
Me cuidaste con mucho cuidado y con tus testimonios, me guiaste a los caminos de Dios y en ellos permanezco. Gracias mami querida, que la gracia y el poder de Dios caiga hoy sobre ti hoy y siempre.
Cuando te recuerdo y hablo de ti, lo primero que viene a mis pensamientos es el ejemplo de la mujer sabia de Proverbios 31.
Recuerdo cuando apenas era una niña, mi Madre diseñaba vestidos para mis hermanas, ella nos vestía con ropas hermosas para que nos veamos bien vestidas. En todas las áreas de mi niñez, mi Madre siempre estuvo ahí ejerciendo su papel de Madre. Su amor nunca ha cambiado, ella siempre esta ahí para levantarme y para orar por mí.
Mami, ¡cuánto te extraño y cuánto extraño tu comida! ¡Mami, extraño cuando nos levantábamos en busca de la presencia de Dios en las madrugadas y cantarle alabanzas hasta el alba! Mami Perdóname si alguna vez te he ofendido, nunca fue mi intención, pero si te voy a decir: ¡Te amo mami!
Mami, cada día le pido a Dios que te guarde, te cuida y te llene de larga vida. Intercedo al Señor que te llene de salud y que tus fuerzas sean renovadas como el águila. Mami, gracias por tu dedicación, tu ejemplo está bien fundamentado con base sólidas y firmes. Madre, que más puede decir, son tantas las cosas y recuerdos que vienen a mi corazón y mente que me gozo escribir de ti. Cuán bendecida soy al tenerte como mi Madre, mami querida.
Madre, eres un ejemplo de Dios y de ti se desprende Su aroma.
Madre eres virtuosa y con sabiduría me criaste, todos tus hijos te llaman bienaventurada.
Mami deseo que goce en tu día y siempre y que el Ángel de Jehová te cubra guardando tu entrada y tu salida desde ahora y para siempre.
¡Te amo mami! Le doy las gracias a Dios por darme una Madre ejemplar como usted.
¡Feliz Día a todas las Madres bellas! Que el Señor Todopoderoso conceda las peticiones de tu corazón.
Madre, “Que Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer Su Rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti Su Rostro, y ponga en ti paz.
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