Temprano Yo te Buscaré

Temprano Yo te Buscaré

Buscar a Dios al rayar el alba, o sea, antes de que salga el sol, es de bienestar a nuestro crecimiento con Dios. La Palabra de Dios nos dice en Isaías 55:6: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”. Esto significa que, para vivir una vida plena en la presencia de Dios, debemos buscarle mientras puede ser hallado, porque Su Venida se acerca. No tenemos que hacer una lista de necesidades porque el Señor conoces todas nuestras necesidades, Él solo quiere que lo busquemos en espíritu y verdad y de todo corazón. ¡Cuán Poderoso es nuestro Padre Celestial que conoce todas nuestras necesidades!

A veces dudamos del Poder de Dios y lo que Él puede hacer en nosotros; es por eso, que debemos de estar saturados con la Palabra de Dios para que nuestra fe sea fortalecida y las dudas no dé lugar. Santiago 1:5-8, nos dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

Busquemos Su presencia y alabemos Su Santo Nombre, porque Él es digno de alabar y se acuerda de nuestras necesidades. “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33, RV,1960).  Así es nuestro Dios y así es Su gran amor hacia los que lo aman y temprano lo buscan. Proverbios 8:17 nos dice, “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan. “Saber que Dios me ama es la alegría más grande y la razón de buscar más de Él y de Su Palabra. Que en la vida siempre encontremos razones para sonreír, y dar gracias a Dios por Su gran amor. Con tan solo ver un nuevo amanecer es una razón para darle las gracias al Señor por darnos la oportunidad de respirar; y sonreírle a la vida.

Oremos:

Padre mío y Dios mío. De mañana te busco y alabo tu Nombre. Úngeme con tu poder y satúrame con tu Palabra en este día. Dame fuerzas y anhelo para levantarme y buscar tu Rostro Señor. Háblame en el silencio de la noche porque tengo hambre y sed de ti cada mañana. En el nombre de tu Hijo amado Jesucristo. Amén.

Mensaje de Dios
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