Escrito en Noviembre del 2011
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:1-3).
La Palabra del Señor nos habla acerca de lo importante que es controlar nuestras mentes pero sobre todo nuestro corazón. En nuestra naturaleza humana la mayoría de las veces tenemos la tendencia de pensar en lo malo primero.
El creyente que conoce el poder de la palabra de Dios y sabe cómo aplicarla, puede vivir confiado en el Señor todopoderoso. Tenemos las herramientas a cómo cancelar y arrestar los malos pensamientos con la palabra de Dios.
Cada vez que venga malos pensamientos a tu mente es necesario resistirlo con la palabra del Señor, por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros, es por esa razón que debemos orar constantemente para no caer en malas tentaciones.
Los malos pensamientos no se compaginan con los caminos del Señor, ni tampoco se sujetan a la ley de Dios por lo tanto los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz, por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. (Romanos 8:5-8).
Es necesario mantener nuestras mente firme y no dar lugar al diablo, pues el no pide permiso para entrar y zarandear la mente humana. Al mismo instante en que los malos pensamientos entren en la mente, tú tiene la autoridad de arrestarlo y ponerlo debajo de tus pies en el nombre de Jesús.
Si deja que los malos pensamientos construyan nidos en tu cabeza, le creerá al enemigo y andarás en temor siempre. Debemos andar alertas y sin temor a las acechanzas del enemigo.
El enemigo nunca da la cara, ataca a escondidas, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:4-5).
Tenemos la autoridad para rechazar los malos pensamientos que vienen a nuestra mente, tú decides si te va a dejar dominar por ellos o le va a poner un pare al momento en que entran.
Debemos andar con nuestra mente fijada en lo bueno, rechazando la entrada a los malos. Cultiva y has de ti buenos pensamientos que te levanten siempre. Empieza a pensar de manera positiva y agradable a Dios y veras cómo el Señor Jesucristo te encaminara, te protegerá y cambiará tu destino.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Bendiciones.